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jueves, 5 de mayo de 2011

Juego de Bolos


Historia de los Bolos:

Existen diversas teorías que pretenden justificar el origen de los juegos con bolos, entendidos como objetos verticales derribables con un proyectil. El origen egipcio basado en el descubrimiento en una tumba de unos 3000 años a.C. en Naraga, es una posibilidad tangible. El origen griego o helénico donde se relata que los pretendientes de Penélope entretenían su espera jugando a los bolos... es otra. Pero lo cierto que más allá de estas posibilidades tangibles, hay una realidad intangible de su existencia en culturas prehistóricas e incluso más cercanas en el tiempo como la Vikinga, la Celta, la Visigoda y culturas indígenas desparramadas por todo el planeta. A la Península Ibérica llegan, para algunos de la mano de la conquista del imperio romano, heredera de la cultura griega y sus costumbres, para otros el origen hay que buscarlo en los pueblos celtas que llegaron al norte de la península luego de la caída del Imperio Romano. El juego como lo conocemos hoy, salvo por algunas modificaciones menores se registra en los monasterios Alemania, en el siglo IV, como parte de un rito religioso. Los campesinos tenían un palo "Kegel" que utilizaban tanto para defenderse como para realizar un ejercicio. La Iglesia personificó el "Kegel" como el Mal y para atraer feligreses invitaba a participar en un juego de "palos" dentro del templo. Los que fueran capaces de dar al "Kegel" habrían derribado al ateo y probado que eran hombres de Dios; no hacerlo era prueba innegable de culpabilidad y vida pecaminosa. Para remediar esa ofensa se permitía volver a jugar hasta conseguir derribar el "Kegel". Posteriormente los monjes utilizaron el juego como pasatiempo en la soledad de los monasterios. Ya en el siglo XVI el juego está extendido por toda Europa aunque en muchos lugares se lo prohíbe porque ocasiona pecado, vicio y deshonra. La división de la Iglesia con la Reforma Protestante encabezada por Lutero, da pie también a los partidarios o no del juego. Parece demostrado que fue Lutero quien determinó que el número de ellos fuera 9. Por la conquista de América llegan a Perú en el s XVI y años más tarde recobran su auge durante la dictadura de Franco en el Río de la Plata ahora de la mano de los inmigrantes españoles quienes actualizan el juego de “bolo Celta”. No es menor decir que el globalizado y mecanizado “juego de bowling” da el empuje final para popularizar este juego entre los más jóvenes. El juego de bolos Avales, registra pruebas documentales que demuestran que ya se practicaba de forma tradicional por el siglo XV y XVI. Se consolido en el siglo XVII y se extendió durante los siglos XIX y XX por toda la provincia. Es uno de los pocos deportes que fue considerado como tal durante el siglo pasado. Había boleras en casi todas las aldeas. Los libros de las iglesias han dejado constancia de este juego, consignado datos sobre el alquiler de boleras, normas para el juego y reprimendas de los párrocos a los “Bolaris” por molestar el rezo, dado que practicaban su juego favorito en lugares próximos a ellas. En estos recintos los vecinos del lugar dirimían el precio de las consumiciones, tradicional en domingos o festivos, mientras los aldeanos, muy diestros en el juego, cruzaban fuertes apuestas, sobre todo en los días de mercado, llegando algunos incluso a jugarse hasta el dinero conseguido de la venta de /o las reses recién adquiridas. Se jugaba por el cordero o por el asado, pretexto para un almuerzo de confraternidad, que epilogaba la partida.

Cómo se juega:

Este juego consta de ocho “mazos” o bolos de madera de iguales dimensiones y un bolo más grande para colocar en el centro. El campo de juego (cancha de 2 mts de ancho por 8 de largo, está delimitado por dos tablas laterales colocando en el extremo opuesto al tiro una madera para contener la bola o palitroques. El suelo es de tierra emparejada. Para jugar se colocan los palitroques sobre el suelo, de modo que formen tres hileras equidistantes entre sí, a lo ancho y a lo largo. En el centro, se ubica el noveno. Los jugadores /as se dividen en dos equipos y a una determinada distancia que pueden andar en los 8 metros de largo, procuran con la bola derribarlos. Luego de elegir turno, alternadamente juega cada jugador /a o equipo. El que voltea mayor cantidad de palitroques, logra reunir el mayor número de puntos y por tanto es el vencedor. El valor de los palitroques al caer (en el caso de los 8 iguales) es de 1 punto cada uno, el palitroque del centro vale 10 y en el caso extremo de tirar todos los palitroques en un tiro simple, el valor es de 25 puntos. Estos valores y las posibilidades pueden variar o ser acordadas entre los participantes previamente. Se estipula un puntaje al cual legar para definir al ganador.

Bolos "Palitroque" – Chile

El juego llega a Chile de la mano de la conquista española. Según diversos investigadores de las tradiciones chilenas, el juego era de práctica corriente en las Fiestas Patrias. “El suelo de tierra se emparejaba, se colocaban tablas laterales y con ello quedaba armada la cancha. En un extremo se paraban unos maderos rústicos los que, con una bola de madera, se trataba de voltear. En las apuestas, se cobraba diez centavos por los nones y algo más por los pares”. Por lo general, estas canchas de palitroque se establecían en los alrededores de las fondas y transcurrían tardes enteras en torno a esta diversión. El palitroque tiene un origen mitológico. En la Ilíada de Homero, se narra cómo jugando a los bolos o juegos de Procos, dirimieron su querella los pretendientes de Penélope. Según lo refiere Rodrigo Caro (1573-1647), Penélope tuvo durante la ausencia de Ulises, ciento ocho pretendientes. Éstos, durante esa larga espera, se entretenían jugando, al llamado por ese entonces “Juego de los Procos”. Hay registros de diversos cronistas de siglo XVI de que en Perú, españoles e Incas solían jugar días enteros al palitroque, entonces llamando “herrón”. Se relata que incluso muchas veces se suscitaron fuertes peleas entre los bandos a raíz del “herrón”. El juego consta de 9 figuras de madera de 40 centímetros de alto por 6 centímetros de diámetro aproximadamente, más dos bolas de madera aproximadamente 15 cm. de diámetro. Generalmente los palitroques eran tallados con forma de payasos o soldados o labrados en forma cónica y pintados de diferentes colores.

Cómo se juega:

Se ponen en el suelo en hileras equidistantes formando un triángulo. Los jugadores se dividen en dos bandos y a una distancia, que puede ser de 8 metros, se lanza la bola para derribarlos. Luego de sortear quién comienza, lanzan alternadamente los jugadores/as y los bandos. Quién voltea la mayor cantidad de palitroques, o logra reunir el mayor número de puntos acordado previamente es el vencedor.

Bolos "Tira Seis" – México

Para esta variante de bolos mexicana, se utilizan 6 mazas o bolos numerados de uno a seis. Para comenzar se colocan en círculo cinco de ellos y un sexto bolo diferenciado quizá por su color en la cabeza, es colocado en el centro. El juego consiste en lanzar el disco o bocha para derribar la mayor cantidad de bolos posibles El juego termina cuando el primer jugador alcance exactamente los 50 puntos teniendo en cuenta que cada bolo vale cinco punto y el central o Kegel 15. Otra modalidad es colocar los seis bolos con una distribución triangular en el terreno (3,2,1) tal cual se distribuyen los bolos en el juego de Boliche (4,3,2,1). En este caso el Kegel se coloca al fondo en el centro de la última hilera.

Bolos “Kubb” – Vikingo

Este antiquísimo juego vikingo, es el resultado de intercambios guerras y saqueos de pueblos del norte de Europa y el mediterráneo. Hay diversas teorías sobre su origen. La primera afirma que en la antigua Grecia se practicaba un juego similar (relacionado a un ajedrez primitivo), sin embargo hay consenso en que el Kubb se origina en Escandinavia por el año 1000 d.C. La teoría que afirma su origen en Francia, no fundamenta el hecho de que los normandos son originarios de Escandinavia, por lo que la fuente de origen sería probablemente la misma. Se dice que los Vikingos jugaban con cráneos y huesos de sus víctimas de guerra y que cuando jugaban entre ellos (clanes, familias o tribus) el equipo ganador se apoderaba de los perdedores y sus pertenencias (incuso animales) para masacrarlos. Cuando la religión se extiende por toda Europa, se prohíbe esta práctica y desde ese entonces el juego se realiza con madera: “Kubb” significa “bloque de madera” en sueco (dialecto Gotland). El juego renace a partir del 1900 y resurgen versiones que se creían perdidas en diferentes repúblicas y culturas como el “Kyykkä” y “Bunnock” (taba de caballo) de Karelia, el “Mölkky” Finlandés, el “Gorodki” (Cerdo) Ruso, el “Riddarspelet” (Caballeros) Sueco, etc. Si bien en sus comienzos no se admitía la participación de mujeres, con el tiempo y sobre todo en la última década del siglo XX su participación es activa. Llega a América latina primero a Chile a través de I. Peña para estimular nuevas facetas de la actividad lúdica y más tarde a Uruguay de la mano de “Madera y Negro” como parte de su misión en cuanto a replicar juegos de otras culturas. Inscripto dentro de los juegos de césped, campo, playa e incluso hielo, permite la participación de dos equipos de 2 a 4 jugadores en una partida al mejor de tres set. Se practica con 9 piezas, 11 y hasta 13 y las dimensiones del terreno de juego varían de acuerdo a las edades de los participantes: 2 x 4 metros, 3 x 6 o el tamaño profesional de 5 x 8 mts. Si bien el juego original consiste en arrojar 6 palos cilíndricos para derribar los caballeros y el rey, se admite la variante de utilizar pelotas como en el “Riddarspelet”, para obtener el mismo fin. Teniendo esto presente se describe el juego en su forma original.

Cómo se juega:

Para comenzar, colocar las 4 estacas en las esquinas del terreno de juego. Los lados más cortos del rectángulo se denominan “líneas base” y los más largos “línea de fondo”. Luego colocar los 10 “kubbar” (peones o caballeros) se colocan de manera equidistante a las líneas base, cinco en cada línea. Finalmente el Rey en el centro de la cancha “línea media”, de manera que ésta quede dividida en dos áreas iguales. A continuación, y para definir quién comienza, un participante por equipo debe lanzar la pelota, cilindro o “kastpinnar” al rey. Quien queda más cerca y sin tocarlo, comienza el juego. El juego se lleva a cabo entre dos equipos (equipo A y equipo B). Cada equipo tiene su propia línea base, y es dueño de la porción de la cancha que va desde la línea hasta el rey. El juego se realiza por turnos. Al comenzar, el equipo A lanza los “kastpinnar” desde su línea base hacia los kubbar en la línea base del equipo B, con la intención de derribarlos. Luego, el equipo B lanza los kubbar derribados al área del equipo A (estos se llaman kubbar de campo). Son luego colocados por su base cuadrada. Tanto los “kastpinnar” como los “kubbs” de campo (los derribados) deben ser lanzados por debajo del brazo (como en softball) perpendiculares al suelo. Los “katpinnar” no pueden rotar como una hélice en su lanzamiento, los “kubbs” sí. Luego es el turno del equipo B, que repite los pasos anteriores. A partir de ese momento, el equipo de turno debe primero derribar los kubbar de campo antes que los kubbar en la línea base, pero puede realizar los lanzamientos desde cualquier punto detrás de los kubbar de campo que estén en su cancha. Cuando el equipo tiró sus 6 palos, es de nuevo el turno del primer equipo y así sucesivamente. Cuando un equipo derriba todos los kubbar del equipo contrario, puede derribar al Rey, realizando el lanzamiento desde su línea base. El equipo que derribe al rey es considerado el ganador. Sin embargo, si el rey es derribado o tocado con un palo antes que todos los kubbar sean derribados, el equipo pierde automáticamente.

Variante: Algunas reglas dicen que una vez que ha sido derribado un Kubb, debe ser retirado de la cancha y no arrojado al área contraria. Esto permite mayor agilidad y menor tiempo de juego.

Bolos Kyykkä – Karelia

Este juego originario de la república de Karelia, es difundido luego de las guerras de Invierno y del parentesco (1918 - 1922) a tierras de Finlandia y Estonia. Hasta 1950 prácticamente era desconocido, salvo en zonas rurales aisladas de Karelia donde en 1894 ya es descrito por autores de la época. Está íntimamente emparentado con juegos de bolos en todo el mundo. Considerado en el presente el deporte nacional de Finlandia. Si bien se puede practicar de forma individual, es básicamente considerado un deporte de equipos donde se requiere más bien fuerza que habilidad. Actualmente se lo conoce con diferentes nombres: “kurnilöömine”, “Kriuhka”, “Köllöi”, “Keili” y “Ttappaminen Papin” (“Matar al Sacerdote” en finés). Para jugarlo, se prepara un terreno llano de 5 por 20 metros sobre hielo, aunque al realizarse sobre pasto o arena, esta cancha debe adaptarse ya que el deslizamiento del palo no es el mismo. Pensando en un juego de adolescentes o adultos cada una de las áreas tiene unos 5 x 5 metros y la zona situada entre ambas unos 10 metros, para menores de 12 años se recomienda una cancha con plazas de 3 x 3 y un espacio entre ambas de 6 metros. En el centro de ambas plazas pueden ir entre 10 y 20 “kyykkäs” (cilindros de madera). La idea básica es lanzar el “Karttu” o “Murcielago” (palo semejante a un bate o palo de amasar de 85 cm de largo x 8 cm de grosor) a razón de dos (a 4) veces por turno, teniendo en cuenta que los palos volteados quedan en el suelo hasta terminar el turno, aunque esto no favorezca el otro tiro. Los bolos, son de madera de un tamaño de unos 10 cm de alto x 7 de espesor. Para jugar en equipos se necesitan unas 40 unidades pero, para un juego individual o en parejas, alcanza con tener 10 bolos por equipo. En cuanto al bate, no hay limitaciones para su peso y a veces los mismos están equipados con asas para un mejor traslado.

Cómo se juega:

Para comenzar y luego de armar la cancha, colocar en cada una de las áreas los bolos montados de a dos “kona” (uno sobre otro) y a una distancia equidistante entre sí y entre las líneas laterales de la cancha. Luego, cada jugador /a en su turno, inicia la partida lanzando desde una distancia acorde a su edad: niños/as desde unos 4 metros, mujeres desde 10 y hombres desde unos 15 apróx. Luego de este tiro inicial, las distancias se reducen en un 30% apróx. El objetivo es tirar con el bate los bolos fuera del área contraria. Los bolos expulsados se contabilizan con puntos. Tantos puntos positivos como bolos sacados del área. Los bolos volteados que no salen del área, quedan sobre líneas, entre áreas o no fueron golpeados; se restan. Los que permanecen en el área de juego se denominan “ancianas” y se restan 1 punto, los que quedan sin voltear en su ubicación inicial se llaman “sacerdotes” y se restan 2 puntos (aunque quede uno de los bolos y el otro haya sido sacado). Estas reglas implican que no necesariamente gana el equipo que quita más bolos fuera del área, en tanto depende de la resta de los bolos que no quito en sus tiros. Una vez lanzados los bates de un equipo (2 o 4), se contabilizan los puntos y comienza el lanzamiento del otro y así se continúa hasta que el jugador/a o equipo, quita todos los bolos de su área. El segundo set, comienza de la misma manera pero cambiando de área. El jugador /a o equipo que termina ambas instancias con el puntaje más alto gana. El ganador es premiado con dos puntos por la victoria. Cuando el juego termina en empate, ambos equipos reciben un punto, la derrota no obtiene puntos.

Bolos “Molkky” – Finlandia

Este juego tiene su raíz en el “Kyykkä de Karelia y fue inventado en 1996 por Tuorengas, en una región de Latí en Finlandia, que se dedica a temas de reinserción vocacional y técnicas de búsqueda de empleo.

Cómo se juega:

Para jugar, se colocan los cilindros todos juntos en grupo empezando por el uno y dos en la primera línea, el tres, diez y cuatro en la segundo, el cinco, once, doce y seis en la tercera y finalmente el siete, nueve y ocho en este orden. Desde una distancia de cuatro metros, se lanza el “Mölkky” teniendo en cuenta que la mano no pase la altura de la cintura del jugador /a. El orden del lanzamiento en el primer juego será determinado al azar por los participantes o los equipos, en las siguientes partidas el orden estará dado desde la menor hasta la mayor puntuación de los resultados obtenidos en el juego anterior. Una de las peculiaridades del juego es que no se considera un bolo caído si cae encima de otro bolo o sobre el bolo lanzador. Después de cada lanzamiento hay que levantar los bolos en el lugar exacto en donde cayeron, esto hace que a lo largo del juego los cilindros se vayan esparciendo a lo largo y ancho del terreno de juego. Los puntos obtenidos corresponden al número de bolo caído, si caen más de uno se anota un punto por cada bolo caído. Si un jugador /a no acierta tres veces durante el juego queda fuera del mismo y actúa como el encargado de anotar los puntos. El juego termina cuando el primer jugador alcance exactamente los 50 puntos. Si un jugador anota más de 50 puntos, a este jugador se le rebajara su marcador a 25 puntos y tiene que seguir jugando hasta llegar otra vez a 50.

Bolos "Gorodki" – Rusia

Este juego de bolos de origen ruso, es un antiguo deporte popular extendido a Karelia, Finlandia, Suecia, Letonia, Lituania y Estonia. Este juego se originó en medio del pueblo ruso y su difusión se dió tanto entre campesinos como residentes urbanos. Su nombre se traduce como "Ciudad" o "Ciudadela" y el objetivo del mismo es justamente derribarla mediante el lanzamiento de un palo. En los países en los cuales tiene arraigo, adquiere diferentes nombres como: “Kurnilöömine”, “Kriuhka”, “Köllöi”, “Keili” y “Miestučiai”. Su registro data de por lo menos el siglo XVII ya que uno de sus particulares admiradores era el Zar Pedro I de Rusia (Pedro el Grande). El juego tal como se lo conocía antes de 1923 no tenia reglas registradas. Ya para 1928 entra a las olimpiadas rusas como deporte tradicional.

La esencia del juego consiste en arrojar un palo a una determinada distancia para derribar determinadas figuras formadas en el terreno (con 5 palos menores) denominadas: “cañón”, “estrella”, “flecha”, “artillería”, “raqueta”, “langosta”, “tenedor”, “ametralladora”, “vigilante”, “avión”, “letras”, etc.”.