El ejemplo mejor documentado prehistórico, con mayor distribución geográfica y registro arqueológico, lo encontramos en Mesoamérica. Era denominado “Pok-ta-pok" por los mayas, "Tlatchi" ennáhuatl, y taladzi en zapoteca. Sobre su origen, arqueólogos como Coe (1962), y Olsen (1974), Humpherey (1981), señalan este hacia el 1.000 a.C. periodo Olmeca.
Geográficamente los restos arqueológicos sobre el juego de pelota se han localizado desde Arizona y Norte de México hasta Honduras, Puerto Rico y la costa del Pacífico de México. El juego adoptará múltiples formas en función de su geografía, pero permanecen una serie de rasgos comunes, como son: el campo de juego, las metas, el carácter ritual y la pelota de goma o caucho que empujada con las caderas, los pies y en ciertos casos con las manos, debía alcanzar o rebasar las metas, siendo este el principio básico del juego.
Los principios básicos del juego serán los mismos pero las reglas variaban según su duración y el tamaño de la cancha. Se establecía un encuentro entre equipos compuestos por un mismo número de jugadores (entre dos y once) que debían propulsar y mantener una pesada pelota de goma en movimiento sin usar las manos ni los pies; podían hacerlo con rodillas, caderas, codos y otras partes insólitas del cuerpo. La puntuación resultaba por la introducción de la pelota en la zona extrema de la cancha, la imposibilidad de recoger y poner en movimiento la pelota caída, de la pelota contra los marcadores anulares de las paredes de la cancha. Como vencedor resultará el primer equipo que alcance los tantos convenidos. Las canchas para su práctica siempre se construyeron dentro de los centros ceremoniales, en la proximidad de los templos más importantes y a menudo incluyen santuarios y altares de sacrificio (Chichén Itzá, Xochicalco, Tula, Monte Albán, El Tajín). La pelota, de goma natural o caucho, tenía unas dimensiones de 20 a 30 cts.
Todas las piezas del equipo están artísticamente trabajadas con escenas mitológicas que muestran el carácter ritual del juego. Atendiendo a éste carácter ritual, La competición se concebía como un acontecimiento cósmico, las canchas eran consagradas por las divinidades, el movimiento de la pelota simbolizaba el de los cuerpos celestes en el firmamento, el jugador comparaba su poder con el de la fuerza del universo, desafiando su propio destino, pasando el adversario a un plano secundario para lo que se prepara físicamente y psíquicamente mediante rituales mágicos derogativos. A todo esto se suman las apuestas cruzadas entre los espectadores, el orgullo personal, el poder político y el rango social. Los honores del vencedor estaban en juego, formando parte del sistema de apuestas. Entre las apuestas figuraban el oro, las piedras preciosas, las tierras, los esclavos, las esposas e hijas entre los nobles y entre los plebeyos, los productos artesanos y agrícolas, las prestaciones personales, la propia libertad, las hijas y la mujer.
El juego de pelota mesoamericano, se extendió como ya hemos dicho por el suroeste de América del Norte, Arizona y Nuevo México. El ejemplo más representativo de cultura prehistórica donde el juego prospera, es el de la cultura Hohokan (sur de Arizona). Aquí encontramos campos de juego datados a partir del 800 d.C., pero el juego caería en desuso a partir del siglo XV, junto con otros elementos culturales. Esto acontecería en todo el suroeste, supuestamente al no contar con una sólida base política y económica; el juego formal y las grandes canchas desaparecen pero no el juego. Así, variantes del juego se habrían mantenido en distintas comunidades por lo que se piensa que varios de los deportes donde se usa la pelota, podrían ser el resultado de las transformaciones del juego de pelota clásico, que se difundirá a regiones del suroeste y a otras más distantes norteamericanas. Antes de la conquista, éste juego tenía carácter eminentemente religioso, así lo atestiguan los relieves de las banquetas de Chichén Itzá, donde aparece un jugador con una rodilla en la tierra y que acaba de ser decapitado, el opuesto lleva en una mano un cuchillo y en la otra la cabeza del sacrificado. Del cuello brota sangre en forma de serpiente que se derrama sobre tallos provistos de frutos; todo lo cual sugiere un acto de culto a la fertilidad.
Primeras pelotas de Hule
En 1521, Hernán Cortés vio cómo los aztecas en México usaban la goma de los árboles para impermeabilizar sus utensilios y para hacer pelotas de juego. Los colonizadores españoles también la utilizaron como impermeabilizante. Sin embargo en Europa, durante los siguientes 300 años, sólo se empleó en la fabricación de pelotas y otras curiosidades.
No fue sino hasta 1819 cuando el inventor inglés Thomas Hancock desarrolló el proceso con solventes, con lo que se inició la manufactura de artículos de hule en Inglaterra. Estos objetos incluían impermeables y botas de hule, todos ellos de baja calidad porque se hacían pegajosos en verano y quebradizos en invierno.
En 1839 Charles Goodyear descubrió accidentalmente que calentando el hule natural con azufre se podía obtener un sólido duro que no se fundía. Hancock, de manera independiente, llegó al mismo resultado y lo llamó "vulcanización". En 1876 Henry Wickham, que se dedicaba a plantar cafetales, extrajo de contrabando 70 000 nueces de Hevea brasiliensis, de Brasil (que hasta la fecha tiene el monopolio de la producción mundial de hule natural). Estas fueron germinadas en los jardines Kew de Londres. Posteriormente se enviaron y se plantaron en Ceilán, Malasia y Singapur. Para 1900 los árboles cubrían más de 1600 hectáreas de esas tierras
Origen del Fútbol
La actividad más antigua que se asemeje al fútbol asociación o a algún otro código de la cual se tenga conocimiento data de los siglos III y II a. C. Estos datos se basan en un manual de ejercicios militares correspondientes a la dinastía Han de la antigua China.
El juego era llamado “Ts'uh Kúh” (también se puede encontrar como tsu chu o cuju), y consistía en lanzar una pelota con los pies hacia una pequeña red. Una variante agregaba una modalidad donde el jugador debía sortear el ataque de sus rivales. También en el Lejano Oriente, aunque unos cinco o seis siglos después del juego mencionado anteriormente, existía una variante japonesa llamada “Kemari”, la cual tenía un carácter más ceremonial, siendo el objetivo del juego mantener una pelota en el aire pasándosela entre los jugadores.
En el Mediterráneo, Serca de la Laguna Vaquera en Europa se destacaron dos formas de juegos: el “Harpastum” en Roma y el “Epislcyros” en Grecia, sobre el cual se tiene muy poca información. El mencionado en primer término era disputado por dos equipos en un terreno rectangular demarcado y dividido a la mitad por una línea. Los jugadores de cada equipo podían pasarse un pequeño balón entre ellos, y el objetivo era enviarlo al campo contrario. Esta variante fue muy popular entre los años 700 y 800, y a pesar de haber sido introducida en las Islas Británicas su ascendencia hacia el fútbol actual es dudosa.
Durante la era de los descubrimientos se comenzaron a conocer deportes provenientes del Nuevo Mundo. Se estima que el "Pok ta pok" de la cultura maya tendría 3.000 años de antigüedad. En Groenlandia también se jugaba un deporte que se asemejaba al fútbol, mientras que el juego denominado "Marngrook" de Oceanía tenía características que lo asemejaban más al fútbol australiano. En lo que hoy es Estados Unidos los aborígenes practicaban otros juegos: el "Pasuckuakohowog" en el área continental y el "Asqaqtuk" en Alaska.
Si bien todos estos juegos tenían ciertas características que se asemejan al fútbol asociación y a otros códigos modernos, la incidencia de los mismos en los deportes actuales es discutible, ya que prácticamente no hay vinculación de los mismos con las Islas Británicas, el hogar del fútbol moderno.
"Dícese que fue la ciudad de Derby, en Inglaterra, donde tuvieron lugar por primera vez las partidas entre romanos y británicos, y llegó el día que hubo otra partida más enardecida en la que los británicos echaron a los romanos de la región y para celebrar la victoria "se entregaron a una orgía futbolística que duró varios días". Estas contiendas se fueron convirtiendo en bandos y así, con el transcurso de los años, se estableció una reñida rivalidad entre los barrios de "Sait Peter" y "All Saints", de Derby, jugándose un partido anual entre estas partes de la ciudad hasta 1846, en que tuvieron que ser suspendidos de orden de la autoridad, pues durante la contienda no quedaba títere con cabeza ni entre jugadores ni entre espectadores.
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